sábado, 23 de enero de 2016

CRONICAS DE VIAJE: EL TORNEO DE HOJA DE AMBAR, EN DARNASSUS II


DÍA DOS: RECUERDO A LOS CAIDOS Y OFRENDA A ELUNE


Me acabo de despertar... y para variar no ha sido una discusión en plena calle, ni el sonido de los cascos sobre los adoquines, sino el leve trinar de las aves... Ha sido una sensación maravillosa.

Hoy me he dedicado a recorrer una vez más las calles de Darnassus, disfrutando de su arquitectura... es increíble como los edificios fluyen con su entorno, prácticamente no se distingue donde empieza la ciudad y dónde el bosque.

Pero lo más deslumbrante y hacia donde confluye toda la ciudad es el Templo de la Luna, desde los jardines del templo, ubicados en el centro de la capital se elevan los demás puentes y terrazas rodeados de cristalinas aguas, mis pasos se dirigieron hacia la fachada de ese edificio.

Es curioso, pero según me ha contado una amable kaldorei, el gran Templo de la Luna fue construido a imagen y semejanza del primer Templo de la Luna en Suramar, antigua capital de los Kaldorei.

Está construido con piedras níveas, mantiene un perfecto equilibrio con la naturaleza, este lugar es considerado el alma misma de la sociedad de los Kaldorei... y desde luego no deja indiferente.

Nada más entrar tu vista se dirige a la gran estatua de blanca piedra, que supongo que será mármol, que representa la imagen de una Elfa Nocturna con una bandeja derramando agua, se supone que para los Kaldorei eso representa desde donde la diosa Elune derrama su gracia sobre el mundo.

Caminar por sus bellos jardines ornamentados, conmina al silencio y la introspección, se respira tranquilidad y armonía en ese lugar... 

Me distraigo de lo sucedido hoy, pero es que merece la pena perderse en sus jardines, pasear por las rampas del templo para llegar a la terraza desde donde puedes apreciar la belleza del templo... no he tenido la suerte de ver a la Alta Sacerdotisa Tyrande Susurravientos, pero que puedo esperar, tan sólo soy una humilde bardo, humana que tiene el privilegio de pasear por su ciudad y descubrir sus maravillas.

En fin, creo que pasé demasiado tiempo embobada en el Templo, porque cuando sali ya era media tarde, y tenia un hambre de lobo, menos mal que los Kaldorei son amables y una de ellos me invitó cordialmente a comerme unos frutos morados... de sabor dulce y jugoso, creo que no he paladeado nada más exquisito en toda mi vida.

Finalmente me dirigí a la zona de entrenamiento donde se reunían varios de los recien llegados, y nos pusimos en marcha hacia el Templo de la Luna, junto a los chicos presencié la tradicional ofrenda solemne a Elune en el Templo de Darnassus, como todos los años que da inicio a las festividades del torneo.

En primer lugar el capitán Gilnar de Seneldor, nos dió la bienvenida y nos recordó que entre esos muros debiamos mantener una tregua, puesto que no se permitiría ningún tipo de ataque ni rivalidad.

Sus palabras resonaban en el templo, que por cierto tiene una acústica increíble. Y finalmente dió turno de palabra a la Sacerdotisa Ishande Hojacaída, quien nos miró uno a uno esbozando una cálida sonrisa antes de comenzar a hablar con voz suave y melodiosa. 

"Os pediría de todo corazón que durante vuestra estancia en Teldrassil, respetárais las leyes que nuestro pueblo, ha seguido durante su largo camino en este bello mundo. Disfrutad del aire puro que se nos brinda. 
Este árbol es joven, pero en sus bosques se haya todo un surtido de especies que conviven con nosotros.
Veo aquí muchos individuos de tierras lejanas, viajeros que han acudido a este joven árbol para formar parte de las celebraciones que se acontecerán en las próximas Lunas.Tal y como ha anunciado el Capitán Gilnar de Seneldor, seré yo la encargada de oficiar esta humilde plegaria a la Gran Madre, pero antes desearía realizar un pequeño aporte"

En ese momento todas las personas que nos encontrábamos en el recinto, y éramos muchas, tantas que casi rondábamos la cuarentena, estabamos pendientes de sus palabras.

"Deseo de todo corazón que vuestra estancia aquí sea apacible, y sobre todo que os reporte muchos de los dones que la naturaleza tiene para nosotros, aquellos que tenemos el regalo de la vida en nuestro interior"

En ese momento desenlazó los dedos de sus manos, hasta entonces cruzados ante ella, y abrió los brazos como abarcándonos a todos, sus facciones se relajaron y cerró sus ojos, antes de pronunciar la plegaria con voz firme y a la vez cálida.

"Dama blanca, tú que en cada noche asomas tu resplandor sobre este bello mundo, pido un resquicio de tu infinita benevolencia. En tu manto cubierto de estrellas, encontramos la guía de todos aquellos que dieron sus vidas, vidas que se vivieron hasta su trágico final para que muchos de los que aquí nos encontramos, pudiéramos ver otra noche estrellada. 
Pido de ti, yo una humilde hija de las estrellas... parte de tu infinita visión y sabiduría. A tí quiero guardar semejanza en estos momentos, alejados del clamor de la batalla y de la pérdida que suponen los conflictos. No permitas que sobre las mentes de estas tus creaciones pese el odio y la intolerancia, pues todos portamos el regalo de la vida en nuestro interior. Un regalo tan valioso que debería desmerecer todo acto hecho con malicia. 
Te pido como último favor que tus bendiciones caigan sobre esta celebración que como único motivo tiene estrechar lazos entre compañeros, amigos... hermanos.
Elune... Elune-adore.."

Finalizada la plegaría, apenas pude reaccionar, mi corazón latía con fuerza asimilando cada una de sus palabras... y creo que muchos de nosotros sentíamos lo mismo. Finalmente, poco a poco algunos comenzaron a aplaudir, emocionados.

Ésta sonrió una vez más antes de pronunciar unas últimas palabras: "Que la Luna y las estrellas os guarden en esta noche viajeros, y en todas las que vengan"

El capitán Gilnar de Seneldor, que como uno más se había sentado sobre la hierba a nuestro lado, se levantó en ese momento agradeciendo a la Sacerdotisa sus palabras.

Creo que nos excedimos en los vítores, puesto que algún que otro Kaldorei nos obsequió con una mirada reprobadora, pero que narices, somos humanos y bueno, también había enanos... hasta un Pandaren, y somos efusivos por naturaleza.

En ese momento creí escuchar a la mujer del norte pronunciar su propia plegaria,  pero habia tanto murmullo y lo susurró tan bajito que apenas pude escuchar un Freya y un Elune... Volví mi antención al capitán que volvía a agradecer nuestra presencia en estas celebraciones.

Y seguidamente se volvió al resto de sus compañeros de división, pronunciando algunas palabras de gratitud y para mi sorpresa, concediéndoles un rango de honor supongo.

A Ishande Hojacaída, le concedió el rango de Oficial en la División Hoja de Ámbar, por su incomparable dedicación. Esto cogió por sorpresa a la sacerdotisa que acertó a susurrar unas palabras de agradecimiento.

A una jovencita, rubia gilneana llamada Isiril D'arnisse, le concedió el rango de centinela, no solo por su entusiasmo sino porque como bien decia el capitán, nos recuerda que no se puede vencer sin amigos ni aliados. Creo que no he visto a nadie tan feliz, bueno puede que al pelirrojo cuando consigue arrancar una de las motos viejas del taller...

Entonces el capitán se giró hacia la dranei, una vindicadora por sus palabras, la Vindicadora Zhukela, elogiando su valentía demostrada día a día con sus actos, concediéndole el rango de Cadete, supongo que como bienvenida a la división. 

Despues nombró a Nadelia Hoja Sombría, una elfa cubierta por una larga capa y casco que apenas dejaba ver sus brillantes ojos, nombrándola exploradora por sus más que demostrados actos y su servicio a la división.

Tras cada honor concedido, prorrumpimos en aplausos, puesto que todo sea dicho, lo requería la situación.

Finalmente el capitán Gilnar, nos agradeció la espera pidiendo disculpas por el receso, y nos invitó a disfrutar del banquete que se celebraba en una de las terrazas aledañas al templo.

Puedo decir, que no he visto tantos manjares juntos salvo en alguna que otra boda... grandes mesas cubiertas de frutos exóticos, las piezas más delicadas de carne cocinadas con suaves especias, pescados aliñados con suaves salsas y sobre todo, frutas, verduras y pequeños pastelillos... Creo que comí tanto que me habría bastado para toda la celebración.

Fue interesante ver como las distintas delegaciones le presentaban sus respetos al capitán Gilnar, enanos, hombres del norte, una tropa de soldados encabezados por un hombre al que ya se le notaba la veteranía en sus canosos cabellos, otros kaldorei y algunos grupos dispares, entre los que nos encontrábamos nosotros.

La reunión fluyó tranquila, conociendo al resto de participantes del torneo, incluso me acerqué a hablar con una de las mujeres norteñas, tan grande y musculosa como amable, que me presentó a un colega de profesión, un escaldo... lo que viene a ser otro bardo.

Finalmente, el Capitán tuvo la deferencia de pedirme que cantara una canción para ellos, y así lo hice, tan nerviosa estaba que creí que iba a vomitar todas las delicias paladeadas...pero al final, tras agradecer su cortesía, pude tocar ente ellos mi lira, acompañándola con una sincera balada, inspirada en el Torneo. No fue mi mejor interpretación, al menos así lo percibi... Puede que fuera porque el público era más exigente que los habituales parroquianos de taberna, o que fuera demasiado melodiosa para una ocasión como esta... El caso es que al finalizar quise que me tragara la tierra... solo espero que en los siguientes dias consiga ganarme al público.

Ahora estoy en la soledad de mi habitación, en la posada, recordando fragmentos de conversaciones, rostros y nombres que no consigo unir y sobre todo... cansada después de todo el día recorriéndome la ciudad.

Veremos que tal se da el dia de mañana.


Licencia Creative Commons
Crónicas de viaje: Torneo de Hoja de Ámbar II por Nissa Audun se distribuye bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivar 4.0 Internacional.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Miedo al fracaso.

Una vez mas me siento ante el ordenador, aprieto el botón de encendido y espero pacientemente hasta que es operativo. Entonces busc...