martes, 30 de septiembre de 2014

SERÁS MÍA... SÓLO MÍA... POR SIEMPRE.


Se despertó dolorida y parpadeó apenas, mirando en torno, tratando de recordar lo que había pasado...
Un olor putrefacto asaltó sus fosas nasales provocándole arcadas... miró en torno sin poder distinguir de donde venía esa peste... como pudo se tapó la nariz y la boca con la parte baja de la camiseta, haciendo esfuerzos por respirar levemente.
Asustada se incorporó con dificultad, tanteando el mugriento suelo hasta localizar la pared. A su alrededor todo eran sombras silenciosas apenas diluidas por una pequeña luz.
Tambaleándose se acercó temblorosa hasta el origen de la claridad... sentía las piernas aún adormecidas y ese olor la mareaba... tanteando la pared rugosa en algunos sitios y resbaladiza en otros, llegó a lo que parecía ser un portón.
En efecto, la claridad se filtraba por debajo de la compuerta... y entonces fue cuando recordó...
Recordó como había llegado allí... Histérica, comenzó a aporrear la puerta gritando, sollozando, suplicando porque alguien la oyera... pero en el fondo sabía que era inútil...
Él se lo había dejado claro... con un gemido ahogado se dejó caer ante la puerta mientra jadeaba en busca de aire... con las uñas arañando la oscura superficie de la puerta... mientras recordaba lo tonta que había sido.
Todo había empezado como un juego... unas palabras en una pantalla blanca. 

Nunca había encontrado a alguien que la comprendiera como él, en poco tiempo habían pasado de jugar juntos en ese mundo de fantasía a pasarse horas hablando, conversando sobre sus personajes, sus historias, sus fantasías... Más tarde comenzaron a comentar cosas de su vida privada, fuera del juego... acabaron siendo algo más que amigos y todo, a través de una pantalla.
Ella había confiado ciegamente en el... ¿pero por qué había sido tan estúpida?... todos lo decían, salía en los periódicos cada dos por tres... pero siempre había pensado que a ella no le ocurriría...
Y llegó el día en que quedaron en el mundo real, y era todo lo que había imaginado que sería... y confió... y se dejó llevar... y ahora estaba perdida.
Chilló hasta quedarse ronca... sollozó hasta que le escocieron los ojos... y fue entonces cuando ya no quedaban lágrimas, cuando los hipidos convulsionaban su cuerpo, cuando sus castigados ojos se acostumbraron a la exigua luz que las descubrió...
Pequeñas marcas... arañazos ensangrentados en la puerta... surcos de los que sobresalían pequeñas astillas... Se acercó buscando arrancar una de esas astillas, que quizás le permitieran hacer un agujero en la madera pero al tocarlas un escalofrío la recorrió... con un grito se puso en pie angustiada, sintiendo que le faltaba el aliento pues esas pequeñas astillas en realidad eran uñas arrancadas en un ataque de desesperación.
Miró en torno asustada... temblorosa se tanteó los bolsillos hasta encontrarlo... luchó por sacar el mechero del estrecho bolsillo de su gastado vaquero... puesto que el móvil había quedado olvidado en su bolso, allá donde estuviera.
Finalmente lo consiguió sacar y temblorosa consiguió prender la llama, miró en torno alumbrada por ese pequeño remanso de esperanza, buscando una salida y descubrió en las paredes mensajes escritos por una mente perturbada, apenas comprensibles, palabras de odio, plegarias, dibujos espelucnantes que contempló girando sobre sí misma hasta que las encontró.
Cayó de rodillas negando lentamente, sintiendo como poco a poco su cordura escapaba de su ya febril mente... ante ella... en la oscuridad... tres cuerpos se descomponían con las muñecas destrozadas a mordiscos...
En su cabeza resonaban las últimas palabras de su amor platónico... de su novio cibernético... de su captor y verdugo: "Serás mía... sólo mía... por siempre"

PD: Tras la pantalla puede ocultarse un príncipe azul... o el monstruo más cruel.
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Serás mía, sólo mía... por siempre. by Nissa Audun is licensed under a Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 4.0 Internacional License.

1 comentario:

  1. La verdad es que me gusta, refleja todo lo que hay en internet. Aunque ahora me has dejado con una crisis de identidad... jajaja

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