domingo, 20 de septiembre de 2015

NAHELE NIDAWI



PRÓLOGO:


Aquí estoy, en mi pequeño rincón de soledad al que llamo hogar. Si… entre humanos que detesto, en una ciudad humana que detesto, alejada de todo lo que he amado en esta vida… pero antes quizás deba empezar por el principio.

¿Qué me ha impulsado a iniciar estas páginas? Muy sencillo, llevo demasiado tiempo malviviendo en esta poblada ciudad, recorriendo en soledad sus calles infectas, conviviendo y creando lazos de amistad con mis compañeros de batalla… Pero esta noche Elune se ha reído de mí… o eso creo. 

Quizás tan solo haya respondido por fin a mis ruegos y me haya otorgado la señal que estaba esperando.

Era una noche cualquiera, en que aburrida de tratar las pieles que vendo para mi sustento, acompañé a los que llamo mis compañeros al puerto, y allí estaban… mis hermanos. Hacía demasiado tiempo que no coincidía con un grupo tan grande de ellos. En la taberna donde voy a ahogar mis penas, encuentro a esos jóvenes que encandilados por los sueños de grandes aventuras, se dirigen a la ciudad humana en busca de retos y amoríos, arrastrando nuestro buen nombre por el fango. Pero estos eran distintos, lo supe al ver a su líder, una altiva elfa de cabellos níveos, casi plateados, cuyos movimientos denotaban una regia elegancia. Al escucharles hablar en mi lengua natal, un sentimiento que creí consumido inundó mí cuerpo, haciendo que un hormigueo recorriera mi estómago a la par que la vergüenza me embargaba, pues había palabras que no entendía.

¿Cómo puede ser que me haya olvidado ya de mi lengua materna? ¿En qué clase de Kaldorei me he convertido? Me acerqué a ellos humilde, nerviosa como una aprendiz el primer día en que toma los pergaminos…  y me he dado cuenta de que tengo poco que ver con ellos, sus palabras quizás hayan sido el peor golpe recibido en mucho tiempo, han abierto heridas que creía ya cerradas… y es que como dicen… me he vuelto demasiado humana.

¿Cómo ha pasado? Yo que valoro los principios de mi gente y de mi tierra, ¿cómo me he permitido acabar como lo que más detesto? Yo que he luchado codo con codo con mis hermanas, que he curado sus heridas en batalla… ¿cómo me he alejado tanto de la persona que una vez fui?

Me fui de allí sin mediar palabra… no tengo cabida a su lado… mi pueblo… soy una extraña para todos ellos.

Quizás por eso empiece a escribir mi historia, no por un impulso vanal de darme a conocer, no porque quiera que los demás dejen de mirarme con odio o pena, no. Simplemente, quiero poner en orden mis pensamientos y recordar, el camino que me ha conducido a lo que soy hoy día.

Y es que…  "Para llegar a saber quién eres, antes debes entender que donde vienes"

Así pues, debo recordar todo lo que me obligue a olvidar, debo rememorar los rostros de un pasado que creía ya muerto, debo recordar el camino que recorrí para convertirme de una aprendiz del sendero druídico a una simple cazadora de recompensas, y para que miento… a no ser más que una mera asesina.


Licencia de Creative Commons
Nahele Nidawi:Prólogo by Nissa Audun is licensed under a Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 4.0 Internacional License.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Miedo al fracaso.

Una vez mas me siento ante el ordenador, aprieto el botón de encendido y espero pacientemente hasta que es operativo. Entonces busc...