martes, 10 de junio de 2014

Despedida de un Joven Ángel

 
Recuerdo el revuelo que causaste al nacer,
un día de verano nos hiciste sonreír a toda la familia,
con tu carita ya tan expresiva y adorable, con tus manitas...
¡eras tan pequeña... tenías tanta cosas que aprender!

Recuerdo una de las veces que fuimos a París,
acompañando a mi padre en uno de sus viajes,
fue entonces la primera vez que te conocí,
una pequeña niña, rubia y de carácter indomable.

Te reíste emocionada al descubrir que era tu prima,
contándome a toda prisa tus grandes aventuras,
haciéndome miles de preguntas curiosas,
escuchándome atenta, con esa mirada inquisitiva.

Años más tarde, convertida en una maravillosa jovencita,
fuimos a veros, gracias a Natacha en el día de su boda,
quien otra vez demostró su valía uniendo a la familia,
recuerdo ese día con especial cariño y más ahora...

Esos días son para mí inolvidables,
el día que pasamos en el parque,
cuando nos montamos en todas
y cada una de las montañas rusas,
contándome a medias tu vida,
cruzando miradas que todo lo decían...

Eras una niña tremendamente dulce, inquieta,
llena de vida, curiosa con ganas de aprender,
que alegraba a todos con una brillante sonrisa,
y guardabas una dulzura qué no dejaba indiferente.

Me arrepiento, porque la distancia me impidió conocerte más,
lamento no haberme atrevido a hablar... a escribirte... a llamar...
manteniéndome en la sombra, siendo testigo de tus andanzas,
sonriendo en silencio al veros crecer a ti y a tu hermana...

Cuando algo se rompe dentro de nosotros,
no lo sientes de forma inmediata, lo notas,
pero el dolor luego se hace aún peor...
y es cuando sufres el impacto en el alma rota.

Ahora que sé que te has ido mi pequeño Ángel,
es cuando me doy cuenta del tiempo perdido,
es cuando me doy cuenta de todo lo que te he querido,
es cuando me doy cuenta de que no hice bastante...

Perdóname mi pequeño Ángel,
recuperaste tus alas demasiado pronto,
me di cuenta demasiado tarde,
y es que aún no lo asumo... no lo afronto.
 
Tan sólo me queda despedirme en silencio,
tal y como fui testigo antaño,
sólo me queda enjugar mi llanto,
y rezar porque seas feliz en el cielo.
 
Mi joven Ángel,
extiende tus alas y vuela bien alto,
no tengas miedo, te espera mi Padre...
 
Espero que desde el cielo ,
escuches mi silencioso ruego,
perdones a este corazón atormentado,
y recibas todo el amor que te mando.
 
 
Escrito en memoria de mi pequeña prima que nos dejó el pasado 7 de Junio de 2014.
 
Licencia de Creative Commons
Despedida de un Jóven Ángel by Nissa Audun is licensed under a Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 4.0 Internacional License.
 
 


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Miedo al fracaso.

Una vez mas me siento ante el ordenador, aprieto el botón de encendido y espero pacientemente hasta que es operativo. Entonces busc...