Un suspiro helado,
Un grito ahogado,
Una lágrima que desciende,
Mientras se acerca la Muerte.
¡Huye! No me esperes,
¡Corre! No te lamentes,
¡Lucha! No te rindas,
¡Vive! No derrames más lágrimas...
La Muerte me acaricia con sus fríos dedos,
Tomando entre sus descarnados brazos,
Mi inerte cuerpo destrozado,
Dando consuelo a este corazón ya muerto,
Dando reposo a mi ahogado lamento.
Al fin estamos juntos de nuevo...
Al fin se ha cumplido mi deseo...
El Consuelo de la Muerte por Nissa Audun se encuentra bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivadas 3.0 Unported.
Una lágrima que desciende,
Mientras se acerca la Muerte.
¡Huye! No me esperes,
¡Corre! No te lamentes,
¡Lucha! No te rindas,
¡Vive! No derrames más lágrimas...
La Muerte me acaricia con sus fríos dedos,
Tomando entre sus descarnados brazos,
Mi inerte cuerpo destrozado,
Dando consuelo a este corazón ya muerto,
Dando reposo a mi ahogado lamento.
Al fin estamos juntos de nuevo...
Al fin se ha cumplido mi deseo...
El Consuelo de la Muerte por Nissa Audun se encuentra bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivadas 3.0 Unported.
Directo, rápido, profundo y emocionante. Es difícil decir tanto en tan pocos versos y, la verdad, estremece. :)
ResponderEliminarMe alegro de que te guste, la Muerte como tal siempre me ha inspirado, no como algo que temer sino como una vieja amiga :)
Eliminar